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De todos los órganos de nuestro cuerpo, la piel es el único órgano que está directa y constantemente en contacto con el exterior. La piel nos protege de agentes externos como el calor, el frío, del aire y otros elementos contaminantes e infecciosos que se encuentran en el ambiente. Es impermeable, se repara y lubrica a sí misma e incluso elimina algunos residuos del propio organismo.
La piel está compuesta por tres capas diferentes:
Epidermis: es la capa externa, que constituye la verdadera cubierta de protección contra el ambiente y sus toxinas, bacterias, pérdida de fluidos entre otros.
Dermis: más gruesa que la epidermis (10 veces más), es el tejido que sostiene la piel siendo responsable de su elasticidad y fortaleza.
Hipodermis: es la capa más profunda; ésta protege el tejido muscular (se encuentran las células de grasa llamadas adipocitos), su función es aíslar del frío y del calor además almacena importantes nutrientes.
Nuestra piel actúa como alarma (valdría la pena hacerle caso), ésta suele avisarnos de las enfermedades que se están formando dentro del organismo, nos muestra cambios en su color, textura y la presencia de granos o de manchas.
Los problemas de la piel más frecuentes son:
Infecciones víricas
Eccemas
Psoriasis
Acné
Infecciones por hongos
Urticaria
Una de las mejores opciones para tratar este tipo de afecciones de la piel es la caléndula (Calendula officinalis), una bella planta con flores anaranjadas cuyas múltiples propiedades resultan muy beneficiosas para la piel. Esta planta ha sido utilizada desde la antigüedad para todo tipo de remedios; desde curar una herida abierta, hasta picaduras de insectos.
La pomada de Caléndula se ha destinado para a tratar las afecciones de la piel, gracias a su gran poder humectante brinda hidratación a la epidermis. Además, la caléndula estimula la producción de colágeno (proteína necesaria para la regeneración de la piel) ejerciendo un efecto cicatrizante para aliviar heridas, quemaduras e incluso labios secos.
Es perfecta para la piel de los bebés porque elimina las irritaciones por el pañal, es un gran antiinflamatorio e incluso se puede utilizar después de realizarse un tatuaje, nos brinda un alivio más rápido del dolor y elimina la sensación de tirantez.
Es ideal en casos de problemas dérmicos como eccemas, dermatitis, psoriasis, urticaria, acné e infecciones (bacterianas, víricas o fúngicas en la piel). Solo tienes que aplicar una liguera capa de la pomada en la zona afectada varias veces durante el día.
La piel es maravillosamente autosuficiente que pensamos que jamás le pasara nada, por eso muchas veces abusamos de ella y nos olvidamos de cuidarla. Sin embargo merece y requiere de cuidados adecuados y complementarios, sobre todo si ha presentado alguna afección en la piel, te invitamos a probar los grandes beneficios que tiene la Caléndula o Mercadela como también se le conoce.
“La piel sana es un reflejo del bienestar general”.
Dr. Murad
